lunes, 30 de mayo de 2011

TETAS 1





Teta en mano.
Dulce aliento a la boca.
Cochinada.
Arduo juego genuino de placer.
Boca en teta erecta.
Lengua ardiente.
Miembros que vuelan y caen en el sitio justo.
Voluptuosa mascarada.
¿Dónde se perdió?...
Ya no te encuentro.
Teta en mano.
Boca en teta erecta.


Santiago Serrano


Prohibido reproducir este material sin autorización. santiagoms_2000@yahoo.com

sábado, 28 de mayo de 2011

Fugitivas



¿Quién es el dueño de las palabras?
Quién puede apropiarse de una sola de esas volátiles criaturas?
Igual que querer atrapar el viento es pretender poseer absolutamente al verbo.
Se escapa, se disuelve o simplemente falta a la hora señalada, a la cita precisa.
Verbo fatuo. Arde la lengua y la garganta.
Incendio interior y luego espuma que apaga en el silencio las palabras.
Nada contiene del todo lo que siento más que el sentir propio de la carne.
Cuando quiero volcarlo al verbo siempre escapa, pájaro herido,
hacia otra dimensión, hacia otra instancia.
Escena, contra-escena. Cara, contra-cara.
Siempre fundidas. Carentes y absolutas.
Las palabras pasan de mano en mano
Sin detenerse por fin.
Fugitivas


Santiago Serrano

viernes, 27 de mayo de 2011

LOS FINALES



Me aterra el final y por tanto los finales, esos knock outs foráneos. Foráneos porque siempre vienen de afuera y sorpresivamente. Como las baldosas flojas y jugosas o como las tortas de crema en la cara.
Desearía no terminar de conocerme nunca que siempre sea yo lo extraño, lo inconquistable, lo misterioso. No quiero un mapa de mis avenidas, de mis plazas o de mis barrios bajos.
Quiero transitarme y sorprenderme siempre. Quiero accidentarme perpetuamente en mis esquinas. Encontrarme perdido aun en mi sendero más cotidiano.
No quiero que cacen a mis fieras y las encierren prolijamente tras las rejas.
Amo a mis serpientes y a mis pájaros. No quiero que cuiden mi jardín. Yo puedo pisotear mis flores preferidas cuando quiera.
Soy selva, estepa, pampa, cúspide helada y precipicio. Soy urbanidad y caos. Soy iglesia y soledad profana.
Soy todo eso, pero tampoco melodiosamente instrumentado. No estoy concluido aun sigo en obra desafiando al final, al resumen, a la síntesis ajustada de mí mismo hecha por otro.
Y a pesar de tanta rebeldía sé que un día llegara ese momento.
Eso es lo único que sé a ciencia cierta. Pero nunca le he dado demasiado crédito a la ciencia. Eso me deja un mínimo de duda. Y siempre o casi siempre una duda vale más que mil certezas.



Santiago Serrano



Prohibido publicar o reproducir este material sin autorizacion del autor.